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...abriendo su blanca y perfectadentadura
la incrusto en una delgada y fina muñeca
dandole vida eterna, pero sin acegurarle su felicidad,
su seguridad, y si lograria resistir todo lo que le deparaba su nueva vida.
Desecha caia en el suelo, mientras una capa la cubria suavemente. La cara de la luna
era distinta, llena de un calor, un calor frio... que le daba la bienvenida a una nueva era,
en la cual tendria que aprender cosas... nuevas y olvidadas, siempre bajo la sombra
de èl.