Dando paseos por la ciudad de la noche eterna, me siento tiernamente acompañada,
una luz blanca se acerca en sentido contrario, una esqueletica silueta me saluda con calides y coqueteria, su zona roja me imnotiza y me susurra que la sigua, a pesar de no tener ningun interes en mi, me llama. La ciudad esta humeda, y la capucha de aquella silueta osila con el viento, dejando huella para seguirla.
El recuerdo se desvanece, y la capucha se va con el viento, sigo recordando, para ver que era, pero no es el mismo sentimiento, veo lo coqueto pero no lo siento.
La oscilacion del agua en el muelle me recuerda la capucha, pero la sombras de las olas me imnotizan, pero a mi acompañante, me llama, y me lleva. no me di cuenta, eran uno solo, no me preoteguian, solo me imnotizaban, me engañaban. Dejandome enserrada observandolos, y contempalndo cuan bellesa puede soportar un simple cuerpo.