martes, 7 de septiembre de 2010

¿Como pedir escuchar, lo que quieres que te digan?



Cuando el sentimiento es el mismo, pero las emociones cambian constantemente, es un lio en la cabeza, corazón y ser. No sabes cómo disimularlo a los demás, para que no noten lo rara que te encuentras.

¿Libre expresión? ¿Como lidias eso?, cuando decir lo que piensas, y sobre todo sientes, puede destrozar a una persona.

Siento mi boca atada con cinta adhesiva, de esa gruesa de color plateado, mis brazos atados con correas a mi espalda, sentada a lo indio en el suelo, viendo por un pequeño agujero en la muralla todo lo que pasa. Te llegan murmullos de las paredes vecinas que te hacen relajar el ceño, cerrar los ojos, respirar onda, y soltar unas lágrimas de satisfacción. Pero esas cosas que te dicen, no las ves, ¿El agujero es muy pequeño? puede ser...

Tengo tantas ganas de quitarme la cinta, pero solo me queda el consuelo de decírtelas en mi cabeza, creyendo que las recibes, y comprendes, que son con la mejor intensión, a favor; y no en contra.

Solo quiero soltarme, y deshacerme en tus brazos. Que este mal sueño acabe luego, despertar y ver que estas ahí. Donde siempre estuviste, solo que yo no era tu prioridad.

Mientras sigo en este pequeño cuarto esperando. Esperando el momento, en que pueda soltar mis manos atadas por mis manos, y comerme el parche de amor que tapa mi boca.

¿De dónde saco fuerzas? eso es obvio.

¿Por qué siento esto por ti? son demasiadas cosas. Pero en ti encontré lo que buscaba, y no pretendo perderlo. No te preocupes por mí, que en ese tema me encargo yo. Este es tu momento, es solo tuyo.

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